viernes, 10 de julio de 2015

Barranco

Me quedo con el sabor dulce de sauco en los labios. Chilcano tras chilcano olvido la realidad. Infaltable cada primer viernes del mes. Contigo o sin ti, la rutina hecha una ceremonia

Dejo la copa vacia en nuestro bar y cruzo el puente, solo para quedarme sin voz en la Noche. Caminando cuando todos duermen, puedo escuchar mis propios pensamientos.

Otra vez la duda, fue un espejismo o invente una ilusión. Confundiendo los recuerdos,
rendido al compás de la neblina tras el barranco. Entre lineas busco cosas que no se dijeron ayer.

El aire susurra, llego la hora de partir. Media vuelta y cada quien a su rincón. Después de tanto tiempo sin tristeza en un suspiro desenvuelvo el adiós.

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